Todos sabemos que uno de los más grandes logros del inmigrante es convertirse en residente permanente, ¿pero qué beneficios obtienes al hacerlo? Aquí te lo cuento.
Lo primero, y podríamos decir que lo más obvio, es que al ser residente permanente podrás vivir y trabajar indefinidamente en el país y ya no estarás preocupado todo el tiempo por tu estatus.
Pero también tendrás otras ventajas laborales, pues podrás trabajar para quien desees y donde desees, ya que no estarás limitado por ninguna restricción de visa. Ya no será necesario que tengas un patrocinio e incluso tendrás la libertad de empezar tu propio negocio.
Si lo deseas, también podrás unirte y servir en las Fuerzas armadas del país, y estarás completamente protegido por el Derecho nacional y estatal.
Como tú, soy inmigrante, y sé lo importante que es el bienestar de nuestras familias aquí en los Estados Unidos. Por eso, te alegrará saber que, si eres residente permanente, tus hijos tendrán acceso al sistema de educación público del país. Además, será mucho más fácil que sean admitidos en la Universidad.
La otra ventaja que personalmente me encanta es que, teniendo tu green card, podrás viajar libremente por el país y al extranjero, sin las restricciones que tenías cuando aún no la recibías.
Y si te preocupa tu futuro a largo plazo, recuerda que como residente permanente podrás ser elegible para recibir un apoyo adicional del gobierno una vez te retires, y lo mejor es que si ya tenías una pensión en tu país de origen, podrás recibirla también. Si te gustaría aprender más sobre las ventajas de la green card, o deseas iniciar tu aplicación, recuerda que puedes contactarme al 702-602-9354 y revisaremos juntos tu caso.